- Tienes dos opciones; O te golpeo hasta la muerte o nos entendemos con sexo.
Eduardo decidió agacharse. Aunque se sintió dolido por 2 semanas, rápidamente se recuperó y juró venganza por lo que inició otro viaje para encontrar al Oso Negro y cuando por fin lo encontró le disparó. Entonces sintió otro golpecito en el hombro. Esta vez un enorme Oso Grisáceo estaba a su derecha. Era más grande que el Oso Negro y le dijo:
- Esto te va a doler mas a ti que a mí pero tienes dos opciones; o te golpeo hasta la muerte o nos entendemos con sexo.
Otra vez Eduardo pensó que era mejor perder su dignidad que su vida. Aunque sobrevivió, pasaron muchos meses hasta que logró recuperarse. Ultrajado, se dirigió de nuevo al bosque con una sola meta: ¡¡Venganza!!. Logró encontrar la pista del Oso Grisáceo, lo ubicó y le disparó. De nuevo sintió un golpecito en el hombro, giró y vio un gigantesco Oso Polar que mirándolo fijamente le dijo:
- Admítelo Eduardo, ...... tú no vienes a cazar.
Moraleja: Los vengativos se vuelven maricones ...
Esta ha sido otra aportación der Xavi...
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