lunes, 2 de junio de 2008

Consejos para un buen descanso...

¿Por qué debemos dormir?
El sueño es fundamental para preservar la salud y la vitalidad del cuerpo y la mente. El tiempo que pasamos durmiendo no es un periodo de tiempo en el que no sucede nada. Al contrario, en este periodo se producen cambios hormonales, bioquímicos, metabólicos y de temperatura corporal, imprescindibles para un buen sueño y un correcto funcionamiento diurno.

¿Qué sucede con las personas que no logran descansar bien?
Está comprobado que a corto plazo se resiente su salud física, mental y emocional. Es indispensable dormir bien para gozar de una buena calidad de vida. Prueba de ello es que una mala noche hace que al día siguiente estemos fatigados, irritables y poco concentrados.

Hay personas que aseguran que apenas necesitan dormir. ¿Es cierto?
En absoluto. El sueño es una necesidad tan importante para la supervivencia como el hambre o la sed. Está demostrado científicamente que si una persona no durmiera nada, moriría en un plazo no superior a los siete días.

¿Cuáles son los síntomas de que no descansamos adecuadamente?
Si tenemos sueño durante el día, lo más probable es que hayamos dormido pocas horas o que éstas hayan sido de sueño superficial.

Muchas personas tienen grandes dificultades para conciliar el sueño. ¿Cómo pueden remediar este problema?
Repetir cada día determinadas acciones nos prepara para pasar de la vigilia al estado de somnolencia sin que nos demos cuenta. ¿Ha pensado en las acciones que realiza habitualmente antes de acostarse? Es muy posible que si no realiza alguna de estas actividades, como lavarse los dientes o preparar la ropa para el día siguiente, sienta cierta incomodidad o malestar que le dificulte dormir. Hay personas que se duermen normalmente con la radio o la tele encendida, lo cual es desaconsejable.

Existe la opinión de que tener relaciones sexuales antes de dormir ayuda a conciliar el sueño. ¿Es eso cierto?
No se puede generalizar, porque depende de muchos factores y de cada persona. En la mayoría de los casos, el hombre se queda dormido inmediatamente después del orgasmo, mientras que la mujer suele permanecer un tiempo despierta. Para ciertas personas el sexo es demasiado estimulante y se desvelan. A otras, en cambio, les sucede todo lo contrario. Cada pareja debe saber lo que más le conviene para propiciar el sueño.

A la hora de dormir, ¿hay posturas más recomendables que otras para gozar de un buen descanso?
A menudo probamos diferentes posturas y combinaciones que hemos ido ensayando con sus respectivas variantes hasta quedar dormidos. Sin embargo, cada persona suele saber en qué postura se duerme más rápido, lo que suele variar en función del peso corporal de la persona. A una persona delgada le costará menos hallar su posición, mientras que las personas obesas se encuentran más limitadas a la hora de escoger.

En el momento de dormirnos, a veces experimentamos la sensación de caer en un pozo. ¿A qué es debido?
A los pocos minutos de comenzar a dormir, es bastante común que sintamos repentinamente una descarga eléctrica que interrumpe momentáneamente el sueño. Pasamos de un momento de máxima relajación a uno de tensión imprevista. Esta sacudida suele ir acompañada de algún movimiento brusco de nuestro cuerpo. Y no sólo despierta a quien la sufre, sino que incluso puede despertar a la pareja en caso de dormir acompañado. La mayoría de la gente describe este fenómeno como la sensación de tropezar, dar un brinco o caer en un hoyo. Los especialistas denominan este movimiento como mioclonía del adormecimiento. Se trata de fenómenos fisiológicos muy normales que no deben preocupar. Se repiten cíclicamente a lo largo de la noche y tienen su final en el despertar.

Cómo voy a estar roncando si aún no me he dormido?
Las personas que roncan, en cuanto cierran los párpados y se adormecen, también se les cierra la garganta. Esto hace que empiecen a roncar de inmediato. No se dan cuenta de que se han dormido porque se hallan en la primera etapa de la vigilia al sueño, que es muy superficial. En cualquier caso, una cosa está clara: nadie ronca despierto.

¿Cuánto tiempo es necesario dormir cada noche?
No existe un parámetro fijo para todas las personas. Las horas que cada uno necesita dormir dependen de cada caso particular. Entre muchos otros factores, influye desde la edad hasta los genes. Aunque se desconoce con exactitud qué exigencia de sueño tiene el organismo, los límites oscilan entre las 5 o 6 horas y las 9 o 10 horas. Normalmente, un lactante necesita de 11 a 12 horas de sueño; un niño, de 9 a 10 horas; un adolescente, de 8 a 9 horas; un adulto, de 7 a 8 horas; y las personas mayores de setenta años, de 5 a 6 horas cada noche.

¿Es saludable dormir una siesta?
Para los adultos es muy saludable esta pequeña desconexión diaria. Sin embargo, no debería prolongarse más allá de los 15 ó 20 minutos. Con eso bastará para afrontar la tarde con un poco más de energía natural. Si dormimos más, puede que profundicemos demasiado en el sueño y nuestro despertar sea confuso. Por eso hay gente que asegura que la siesta no le sienta bien: es porque duermen demasiado. La siesta nunca debe servir para compensar las pocas horas de sueño nocturno. Su única misión es afrontar mejor el resto del día, ya que cumple las pequeñas necesidades de sueño que tiene nuestro cerebro entre las 2 y las 4 de la tarde.

¿Entre semana se puede dormir muy poco para luego “recuperar” las horas de sueño perdidas el fin de semana?
El sueño perdido no se recupera. Si el sexto día (suele ser el sábado) pretende recuperar durmiendo más de ocho horas seguidas, en realidad la sensación que tendrá cuando se levante es como si sólo hubiera dormido tres. Saldrá de la cama con sensación de cansancio.

Antaño, er menda, era uno de esos de los que tras una noche de juerga se despertaba justo para comer... Ahora, ni con esas, antes de cruzar el primer alfiler de luz por la persiana ya estoy despierto... ¿Será la edad?...

... BUENAS NOCHES ...

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