Una cerdita británica a la que le aterraba el barro ha superado sus miedos gracias a un par de botitas de plástico.
La marranita Cinders, de seis semanas de edad, sufría de "misofobia", o miedo a la suciedad, y se negaba a unirse a otros cerdos cuando todos iban a empantanarse en los charcos de barro.
Su dueño, Andrew Keeble, de North Yorkshire (en el norte de Inglaterra), dijo que fue a su hija Ellie, de 12 años, a quien se le ocurrió usar unas pequeñas botas que estaban en su llavero para proteger a Cinders del barro.
"Por suerte, le calzaron como un guante", explicó Keeble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario